Este libro de Antonia Santolaya y Adoración Ruiz-Clavijo visibiliza la expresividad del bordado, una herramienta que ha acompañado a las mujeres durante mucho tiempo y que tiene el potencial de relatar lo que se vive dejando un rastro, como los anillos de los troncos de los árboles, y
traspasa la frontera de lo doméstico a lo público.
El libro que además forma parte de un proyecto mayor parte de la experiencia en primera persona con el cáncer de mama y de la necesidad de afrontarlo como conflicto no solo personal, sino interpersonal y cultural, al tratarse de una enfermedad que conduce al cuestionamiento de la identidad como mujer, en el que se ponen de manifiesto todas las contradicciones de la cuestión de género.
Aporta su visión de la enfermedad como proceso de maduración y aceptación personal desde el terreno plástico.
Es el punto de partida para un trabajo artístico interdisciplinar, en el que el proceso creativo se convierte en un fin en sí mismo y en una experiencia compartida.
Fui invitada a colaborar junto a otras artistas con el fanzine «Com-posición».